Hemos abordado desde nuestro blog de nutrición y salud diversos temas relacionados con la capacidad nutritiva de los alimentos, como ha sido el caso del arroz, el podér energético, etc., pero ahora nos ocuparemos de ese pequeño compañero del pan de hamburguesa, que sobre su superficie tantas veces se posa aportando su cuota de sabor y nutrición: el sésamo.
Por supuesto que no es ese el único uso alimenticio del sésamo, así que de lo que se trata es de elucidad juntos su valor para la salud en un recorrido por sus propiedades y beneficios, o mejor dicho de las ventajas que trae incluirlo en nuestra dieta.
En primer lugar, hemos de notar que el sésamo se puede consumir combinado con salsas, ensaladas de diverso tipo, en algunos postres , en productos de confitería y panadería, en jugos, licuados, con leche y de muchas formas más.
Hay estudios que certifican que el consumo del sésamo ayuda en la prevención de enfermedades, por ejemplo por su conocido efecto antioxidante que mantiene en condiciones las células del organismo así como por el hecho de que al aportar mucha fibra, por lo que también se le considera un alimento de los llamados "energizantes".
Además, otra propiedad distintiva del sésamo es que su consumo aporta al organismo humano aceite Omega 3 y también Omega 6, que ayudan a mantener en niveles adecuado el colesterol. Un papel similar puede encontrarse en otra característica beneficiosa del sésamo: que su consumo aporta lecitina. En efecto, al nutriente orgánico lecitina también ayuda a mantener a raya al colesterol.
Para la alimentación de la mujer embarazada también es claramente ventajoso el consumo del sésamo, dado que brinda un importante aporte de hierro, que también cumple un papel activo en la regeneración de tejidos.
Pero quizás uno de los principales aportes del sésamo para la salud y para un plan alimentario nutritivo y equilibrado sea el de calcio. Pues sí, es muy conocido su papel en la prevención del surgimiento de enfermedades como la osteoporosis.