Así que -por si acaso quedaba alguna duda- aquí te contamos nada menos que los componentes nutricionales y el valor metabólico que tienen estas semillas como componentes de la dieta.
Semillas de sésamo
No tienen que envidiarles nada a las otras, porque tienen una buena proporción de calcio, y también otros minerales importantes metabólicamente como el fósforo, el magnesio y también algo de hierro.
En cuanto a las vitaminas, posee una importante cantidad de las del tipo B y también una dosis respetable de vitamina E. Finalmente, tiene grasas insaturadas y proteínas vegetales.
Semillas de calabaza
Las comas en el trabajo, en el transporte o en casa, son muchas las propiedades de las semillas de calabaza. Buena en ácidos grasos Omega (3 y también 6), y con una nada despreciable proporción de fibra (puedes ver su importancia nutricional aquí), la semilla de calabaza es sabrosa y realmente útil para la vida y la alimentación consciente.
También realiza un buen aporte en cuanto a vitamina E, vitamina A, y tiene altas concentraciones de fósforo y potasio, así que ayuda para tu actividad física.
Semillas de chía
Como antes te decía, otra buena opción son las de chía. Aportan muchos minerales nutricionalmente sensibles, como el magnesio, fósforo, selenio, zinc y -como si ello fuera poco- una dosis importante de calcio.
También las semillas de chía son buenas pues proporcionan proteínas naturales, y por eso hoy día son tan usadas en ensaladas, comidas diversas y colaciones.
Semillas de girasol
Minerales: calcio, fósforo, magnesio y potasio. Y las semillas de girasol también ayudan a nutrirnos a partir de contener ácidos grasos beneficiosos para reducir el colesterol malo (monoinsaturados, poliinsaturados)
Ya hemos hablado de la necesidad del ácido fólico, y, al igual que las de calabaza, estas simientes alimentarias -tan propias de nuestros tiempos de alimentación sana, orgánica y comprometida- tienen una dosis nada despreciable de fibra.
Semillas de lino
Finalmente, y siguiendo con el tema de los alimentos ricos en fibra, las semillas de lino tienen una proporción importante de ella, pero con el plus de que se trata de fibra soluble, cuya ventaja cualitativa la hace importante y necesaria para reducir el colesterol y para el buen desempeño intestinal.
Pero acaso lo más importante es que tienen bastante de Omega 3, esos ácidos grasos tan importantes que, inclusive, hacen bien a las funciones cerebrales y a la salud cardiológica.
También incluye en partes significativas vitamina E y vitamina C.