Muchas veces nos encontramos con la necesidad o un deseo ferviente de seguir una dieta, principalmente para bajar de peso significativemente o adelgazar un poco por diversos motivos.
Lo buscado puede ser tener una bella figura para el verano, alguna fiesta, la búsqueda de una relación, o la mera conciencia de que se tiene sobrepeso.
Si saber que se necesita bajar unos kilos está acompañado con la idea de que la salud se está resintiendo, mejor.
Es que hacer dieta o seguir un régimen de alimentación siempre debe ser visto integralmente, como parte de un proceso de vida que involucra varios aspectos:
1) saber que a largo plazo el sedentarismo y el sobrepeso atentan contra la salud, y por tanto contra la propia vida
2) saber que hay que bajar de peso porque se está haciendo un daño que primero es físico, y afecta el propio cuerpo, y la propia integridad moral como persona, y luego estético
3) asumir que puede haber tensiones internas que provoquen una actitud hacia la comida que debe ser corregida o eliminada
4) aceptar que hay que cambiar hábitos de alimentación presentes
5) asumir que un sano equilibrio entre nutrición y dieta requiere además eliminar el sedentarismo
6) saber que seguir una dieta no es algo automático, sino que debe verse en el marco de todo lo anterior
7) saber que cada persona puede requerir un tipo de dieta específico (según su metabolismo, edad, hábitos de vida, antecedentes de salud, etc.), por lo que se recomienda consultar un especialista
8) entender que cualquier otro medio puede ser nocivo para uno, física y psicológicamente, y que, por sobre todo, no garantizará lo que queremos: una vida sana, sin sobrepeso, y con una buena y equilibrada alimentación.
Por lo tanto, si se ve la cuestión de este modo, siempre se gana más planificando, asumiendo que las cosas llevan tiempo y no adoptando dietas restrictivas o cuestionadas, sino haciendo las cosas consciente y responsablemente y buscando un equilibrio entre un peso ideal o adecuado y una vida sana y satisfactoria en todo sentido.