Son razones de peso, pues todo es verdadero, que tomarlas en cuenta es un buen elemento motivador, si se piensa seriamente en ello y si realmente queremos vernos mejor y superarnos, para trabajar los aspectos de nuestra personalidad que nos acompañarán en este proceso:
- Lo que haremos no será una dieta temporal, sino cambiar nuestra calidad de vida, nuestro modo de comer o hábitos alimentarios de modo que ya no volveremos a ser la persona que éramos antes
- Nuestro cambio físico y en hábitos redundará en un mejor nivel de satisfacción con nosotros mismos, aumentando nuestro nivel de felicidad y nuestra actitud mental
- Adoptar un plan alimentario serio y completo nos obligará a enfrentarnos con la necesidad de adoptar el hábito de realizar actividad física regular, lo que contribuirá -si lo incorporamos definitivamente- a mejorar nuestra vida cotidiana llegar en mejores condiciones a nuestra ancianidad
- La gimnasia física, además de ayudarnos a oxigenar nuestro cuerpo -y nuestro cerebro- y a producir endorfinas, contribuirá para una adecuada ejecución de los procesos metabólicos evitando la acumulación de grasa en el cuerpo
- Es bueno proponerse planes y llevarlos a cabo. Aunque la dieta nos parezca algo desagradable y quizás "inevitable", ya mismo desde la toma de decisión de seguir todos los pasos, los tiempos, las comidas y los alimentos (y evitar otros), nuestra mentalidad se va transformando, se vuelve proactiva, de a poco hace que nos vayamos dando cuenta de nuestra capacidad como humanos para transformar el medio exterior (transformar, por ejemplo, nuestro entorno alimenticio) y a nosotros mismos, lo que si se lleva a otros planos de nuestra vida la transormará sin dudas positivamente.
- Podemos hacerlo. Es posible: esa imagen que está ahí en nuestra imaginación puede convertirse en algo real. Nuestra mente comprende que si no comiéramos de tales malas maneras, si evitásemos ciertos alimentos y realizásemos algunas tareas en el gimnasio sin dudas nuestro cuerpo cambiaría y mejoraríamos, pero a veces nos cuesta hacerlo. Mas ¿por qué no pensar en que precisamente lo bueno es que es posible, que estamos deseando algo realizable y bueno para nosotros, y no una quimera? La prueba de que es posible llegar al objetivo de nuestra dieta (perder cierta cantidad de peso, cambiar la figura, cansarnos menos) son las otras personas que lo han hecho, y miles de testimonios nos muestran que si podemos hacerlo...entonces podemos hacerlo!
- Avanzaremos hacia una alimentación consciente al conocer bien los procesos del organismo relacionados con la ingesta de ciertos alimentos, y en algunos casos con la realización de ciertas actividades. Con el tiempo, sentiremos el poder de comer algo sabroso, o de personalizar nuestras comidas y dietas porque sabremos perfectamente cuál es su aporte nutricional, alejándonos de las comidas (y de los modos de elaboranlas) que no son sanas.
- Evitaremos enfermedades. Una buena dieta lo primero que enseña es que hay que comer mejor, por ejemplo realizando varias comidas diarias para evitar la acumulación de grasa y para favorecer la recuperación y reproducción de tejidos, por ejemplo de nuestra masa muscular. Pero además, una dieta equilibrada y completa mejorará sensiblemente nuestro sistema inmune, tanto como su combinación con la gimnasia, lo que hará realmente de nosotros personas mejor preparadas para que nuestro organismo evite contraer enfermedades y actúe adecuadamente como respuesta de protección e inmunidad ante amenazas en nuestros tejidos celulares.