Pocas veces se dice que la obsesión por hacer dieta y por perder peso muchas veces se relaciona con trastornos o problemas de la alimentación.
Los más conocidos de estos son la Bulimia y la Anorexia nerviosa. Cada vez más gente en el mundo padece estas enfermedades desencadenadas por la presión social que propone "modelos" de delgadez extrema -principalmente en las mujeres- asociados con el éxito, el logro de objetivos afectivos, el uso del cuerpo como objeto y algunas maneras de aparente realización, como la aparición en la televisión.
En realidad, tras este absurdo esquema con mujeres que se esfuerzan por perder peso están grandes sufrimientos familiares y personales originados en problemas de la mente.
La bulimia y la anorexia -lo mismo que las patologías alimentarias relacionadas- no son un problema relacionado con la comida, sino de carácter mental que adopta la forma del miedo a crecer, a aceptar la realidad, el asilamiento originado en el miedo a las responsabilidades de los cambios en la vida, principalmente en el paso de la adolescencia a la adultez.
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